En el informe elaborado por el equipo de Marc Ledbetter se tiene en cuenta el impacto medioambiental total, incluyendo la energía y los recursos naturales necesarios para fabricar las lámparas, transportarlas, usarlas y deshacerse de ellas cuando ya no funcionan. En la evaluación de los efectos sobre el medio ambiente se tuvieron en cuenta 15 impactos diferentes, incluyendo el potencial de contribuir al calentamiento global, usar terrenos que antes estaban disponibles para la vida silvestre, generar desechos y contaminar el agua, el suelo y el aire. En el informe se examinan los ciclos de vida completos de tres tipos de lámparas: las de LEDs, las fluorescentes compactas, y las incandescentes tradicionales.
Los procesos de fabricación contribuyen sustancialmente al impacto medioambiental total de una lámpara, pero por lo general las empresas mantienen en privado la información sobre la fabricación. El equipo de investigación pudo reunir datos sobre fabricación con la ayuda de consultores de la industria y de algunas empresas que accedieron a colaborar bajo la condición de que el informe final no revelara datos privados de tales empresas.
Para el análisis, el equipo escogió por su uso y disponibilidad a lámparas específicas que son las que mejor representan a cada uno de los tres tipos de lámparas que ellos estudiaron. A continuación, usaron una base de datos a fin de calcular los recursos necesarios para producir los diversos componentes de las tres lámparas. Ese análisis corroboró que tanto las lámparas de LEDs como las fluorescentes compactas son mucho más ecológicas que las lámparas incandescentes tradicionales, las cuales consumen mucha más electricidad. Por ejemplo, la lámpara incandescente específica que el equipo estudió consume 60 vatios de electricidad, mientras que la lámpara de LEDs analizada consume sólo 12,5 vatios y la fluorescente compacta estudiada sólo 15 vatios, todas ellas para generar aproximadamente la misma cantidad de luz.
Como las lámparas incandescentes usan más energía para generar luz, también es mayor el consumo de recursos naturales imputable a ellas que se requiere para generar electricidad. Este análisis muestra que se podría reducir de 3 a 10 veces el impacto medioambiental producido por la iluminación si todo el mundo escogiera usar lámparas más eficientes que las incandescentes, independientemente de si se optase por lámparas de LEDs o por fluorescentes compactas.
La energía consumida por las lámparas cuando están encendidas representa la mayor parte de su impacto medioambiental. Pero para las lámparas de LEDs y las fluorescentes compactas, cuyos consumos de energía para generar luz son similares, el equipo de investigación ha encontrado que la energía y los recursos necesarios para fabricarlas determinan en gran medida la diferencia entre ambas en cuanto al impacto medioambiental total.
La iluminación por LEDs ya empieza a aventajar medioambientalmente a su principal rival. (Foto: PNNL)
Se encontró que, salvo en una de las 15 áreas de impacto estudiadas, las lámparas fluorescentes compactas son ligeramente menos ecológicas que las lámparas de LEDs actuales.
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