sábado, 30 de marzo de 2013


El inminente lanzamiento de Corea del Norte de su cohete Unha-3 ha hecho que los observadores miren con recelo la posible carga del cohete: armas nucleares.

Esta posibilidad resulta todavía más perturbadora si tenemos en cuenta los recientes informes que afirman que el país podría llevar a cabo próximamente ensayos nucleares subterráneos. ¿Cómo se desarrollarían? ¿Qué podemos esperar después?

De acuerdo con el servicio de inteligencia de Corea del Sur, recientes imágenes tomadas vía satélite revelan que el régimen de Kim Jong Un está preparando ensayos nucleares subterráneos, lo que violaría las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y ha sido condenado de forma preventiva por varios países, incluido Estados Unidos.

Las imágenes muestran la casi completa construcción de un nuevo túnel horizontal en la zona de pruebas nucleares Punggye-ri, donde se llevaron a cabo los ensayos en 2006 y 2009.

En estas pruebas se detonan las bombas bajo tierra para limitar la radiación y la exposición a la lluvia radioactiva en la superficie y en la atmósfera.

Si se cavan los túneles a suficiente profundidad, se puede contener la radiación completamente, según señala el analista John Pike, director de GlobalSecurity.org. De no ser así, las explosiones pueden atravesar la superficie y liberar contaminantes, o la vaporización de la roca durante la explosión puede crear cavidades en la superficie que podrían convertirse en cráteres.

En algunos casos, la radiación puede filtrarse lentamente durante los meses posteriores la prueba.

Sin embargo, Pike no cree que los norcoreanos corran este tipo de riesgos si el gobierno sigue adelante con sus las pruebas nucleares.

«Se trata de pruebas de bajo rendimiento, no son muchas y se hacen bajo tierra», afirma.

«No van a producir una gran cantidad de desechos radioactivos. En comparación con sitios como Semipalatinsk (el sitio de pruebas soviético situado en Kazajistán y utilizado entre 1949 y 1989), no creo que se trate de un problema medioambiental o de salud en Corea del norte», añade.

«E incluso de ser así, desgraciadamente, no creo que sea un problema por el que se vaya a preocupar ningún gobierno norcoreano».

Detectar ensayos «invisibles»

Las pruebas bajo tierra pueden esconderse, pero eso no quiere decir que sean indetectables.

Una red de estaciones sísmicas monitoriza estas pruebas e informa a la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares, que documenta las explosiones.

Y si se produce la radiación, 80 estaciones de radionúclidos de todo el mundo pueden detectarla en la atmósfera e informar a la organización.

Los datos de esta red sugieren que los ensayos de 2006 y 2009 de Corea del Norte fueron de rendimiento relativamente bajo, quizá el equivalente a una explosión de mil toneladas de TNT, frente a las 20.000 toneladas de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, según Pike.

Sin embargo, esto no significa que el programa de armas de Corea del Norte no sea peligroso.

«Hay dos visiones sobre el asunto», explica Pike. «Una es que los norcoreanos son gente muy ignorante y el bajo rendimiento indica que han tenido dos fracasos. Es posible que forme parte de la minoría, pero no suscribo esta teoría».

«Yo creo que han tenido éxito en ambos ensayos, puesto que si pruebas la primera fase de una bomba nuclear de dos fases, no es necesario probarla en su mayor potencia en la segunda».

En el diseño de armas nucleares más común, la fusión de hidrógeno produce rayos X, que posteriormente comprime una sección secundaria de la bomba, provocando la división de los átomos de uranio o plutonio y liberando enormes cantidades de energía.

«Por lo tanto, únicamente hay que comprobar que se transportan suficientes rayos X en la primera fase para iniciar la segunda», comenta Pike.

«Ése es mi punto de vista, pero suelo pecar de cauto».

Las intenciones del régimen

Según los expertos, Corea del Norte tiene en la actualidad suficiente plutonio para media docena de bombas nucleares, probablemente de un diseño primitivo. No se sabe con certeza, sin embargo, si el régimen de Kim Jong Un tiene la capacidad para producir armas nucleares de pequeño tamaño para misiles balísticos.

Según Pike, la prueba programada para esta semana podría ser una forma de demostrar públicamente que van en esa dirección. Este país, normalmente tan reservado, invitó a periodistas extranjeros a estudiar el cohete la semana pasada.

«No sé si va a haber ensayos nucleares, pero el gobierno de Corea del Sur cree que definitivamente existe la posibilidad, y recordemos que han montado un buen espectáculo con lo del cohete», comenta Pike.

«Kim Jong Un siente la necesidad de demostrar que tiene una voluntad de hierro a la hora de hacer frente a las potencias extranjeras».  

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