El equipo de Yang Chen, James S. Famiglietti, James T. Randerson e Isabella Velicogna, de la Universidad de California en Irvine, analizó observaciones de la acumulación terrestre de agua efectuadas por la pareja de satélites GRACE (por las siglas de Gravity Recovery and Climate Experiment), junto con observaciones satelitales de la actividad de incendios.
Las observaciones hechas por los satélites GRACE se basan en mediciones de los cambios en el campo gravitatorio de la Tierra causados por las redistribuciones regionales en la masa del planeta, incluyendo las capas de hielo, los océanos y el agua que hay en la superficie terrestre y en los acuíferos subterráneos. En definitiva, las mediciones de gravedad proporcionan información sobre la cantidad de agua subterránea o en la superficie que hay en una región dada.
Los investigadores compararon años de alta y baja actividad de incendios en el período entre el año 2002 y el 2011, y encontraron que en los años de alta actividad, la acumulación de agua en tierra firme durante los meses previos a la temporada de incendios solía ser inferior al promedio, mientras que en los años de baja actividad de incendios, dicha acumulación de agua en los meses previos a la estación seca era por regla general superior al promedio.
Llamas de gran altura en una zona boscosa. (Foto: Dan Borsum, NOAA / NWS / WR / WFO / Billings Montana)
Esto sugiere que las mediciones de este tipo, como las hechas por los satélites GRACE, pueden brindar información que ayude a predecir con varios meses de antelación la severidad de la temporada de incendios en la región amazónica.
Los satélites GRACE, fruto de una colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Alemana (DLR), fueron lanzados al espacio desde el cosmódromo de Plesetsk en Rusia el 17 de marzo de 2002.
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