lunes, 11 de febrero de 2013

En los ratones una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas reduce el riesgo de cáncer



Comer una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas puede reducir el riesgo de cáncer y disminuir el crecimiento de los tumores ya existentes. Esto según un estudio publicado en la revista Cancer Research , de la Asociación Americana para la Investigación del Cancer.
(c) Fotolia
Aunque el estudio fue realizado en ratones, los científicos involucrados afirman que los hallazgos biológicos son lo suficientemente definitivos para que un efecto en los seres humanos pueda ser considerado. Algo que igualmente queda por demostrar.
Esto demuestra que algo tan simple como un cambio en la dieta puede tener un impacto en el riesgo de cáncer” dijeron los autores.
Muchos pacientes de cáncer están interesados ??en hacer cambios en los aspectos que pueden controlar, y este estudio definitivamente da crédito a la idea de que un cambio en la dieta puede ser beneficioso.
En el estudio los científicos implantaron diversas cepas de ratones con células de tumores humanos o con células tumorales de ratón y se les asignó un tipo de dieta particular. La primera dieta, una dieta occidental típica, contenía alrededor de 55 por ciento de carbohidratos, 23 por ciento de proteína y 22 por ciento de grasa. La segunda, que es algo así como la dieta de South Beach, pero más rica en proteínas, contiene 15 por ciento de carbohidratos, 58 por ciento de proteína y 26 por ciento de grasa. Finalmente encontraron que las células del tumor crecieron más lento con la segunda dieta.
Además, los ratones genéticamente predispuestos al cáncer de mama fueron expuestos a estas dos dietas y casi la mitad de ellos en la dieta occidental desarrollaron cáncer de mama en su primer año de vida mientras que ninguno lo desarrolló en la dieta baja en carbohidratos y alta en proteína. Curiosamente, sólo uno en la dieta occidental alcanzó un período de vida normal (aproximadamente 2 años), y con el 70 por ciento de los ratones muertos de cáncer mientras que sólo el 30 por ciento de los ratones con la dieta baja en hidratos de carbono desarrollaron cáncer y más de la mitad de estos ratones alcanzaron o superaron su ciclo de vida normal.
Los colegas también probaron el efecto de un inhibidor de mTOR, que inhibe el crecimiento celular, y un inhibidor COX-2, que reduce la inflamación, en el desarrollo del tumor, y encontraron que estos agentes tenían un efecto aditivo en los ratones alimentados con la dieta baja en carbohidratos, alta en proteínas.
Una posible explicación a este hallazgo es que la restricción de la ingesta de hidratos de carbono pueden limitar significativamente la glucosa en sangre y la insulina, una hormona que se ha demostrado en muchos estudios independientes puede promover el crecimiento tumoral en humanos y ratones.
Por otra parte, una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas tiene el potencial de impulsar tanto la capacidad del sistema inmunitario para destruir las células cancerosas y prevenir la obesidad, lo que conduce a la inflamación crónica y el cáncer.

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