El robot Curiosity de la NASA ha descubierto rocas que fueron talladas y moldeadas por corrientes de agua en la superficie de Marte. Anteriores misiones al Planeta Rojo ya habían detectado indicios de la presencia de agua, pero es la primera vez que se encuentran piedras forjadas por arroyos o ríos.
Los científicos de la misión están analizando las imágenes de las rocas enviadas por el robot. Sus tamaños y formas ofrecen pistas sobre la velocidad a la que fluía el agua por su superficie y también sobre su profundidad.
"Teniendo en cuenta el tamaño de las piedras, podemos interpretar que el agua se estaba moviendo a unos tres pies (0,9 metros) por segundo, con una profundidad que a una persona le llegaría al menos hasta los tobillos, y quizás hasta la cadera", ha explicado William Dietrich, de la Universidad de California en Berkeley, uno de los investigadores principales de la misión.
Para obtener esos resultados, los investigadores estudiaron en profundidad las imágenes realizadas por el rover 'Curiosity' -que aterrizó en la superficie de Marte el pasado mes de agosto- de las rocas del interior del cráter marciano Gale en el que se encuentra el vehículo. Usaron fotografías tomadas en dos afloramientos rocosos situados en la base de la pared del cráter (que tiene más de 5.000 metros de altitud) y llamados Link y Hottah, como homenaje al lago Hottah, situado al nordeste de Canadá.
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